He pasado probablemente la última semana pegado
con Netflix ya que vi que varios episodios de El Chavo del Ocho están en la
plataforma, y de manera instintiva no dude ni un segundo en ponerme a ver los
episodios en mis ratos de ocio. Mi primera impresión fue en recordar esos días
con mis abuelos viendo repeticiones del Chavo y las ultimas temporadas de
Chespirito como sketch a principios de los Noventa, siento que en cierto punto
fueron buenas épocas cuando estaba en mi juventud ya que el programa siempre lo
asocio con esos momentos de paz, pero no recuerdo que el programa me diera risa
y la risa de fondo estaba fuera de lugar porque honestamente no entendía porque
la ponían.
Después de varios años de no ver el programa,
me doy cuenta de que el humor no me sigue dando risa, pero es algo subjetivo ya
que va con diferentes puntos de como presenciamos el sentido del humor, pero
debido al mismo tiempo, pero puedo apreciar el programa con ojos diferentes,
debido a que como compartimos la información ha evolucionado en los últimos 20
años debido a la evolución del Internet.
Probablemente lo primero que me entere fue como
los temas musicales del Chavo y el Chapulín fueron plagiados del artista Jean-Jacques Perrey y sus diferentes obras, que no se
puede negar que debido a la desinformación y el aislamiento de México en la
década de los 60 y los 70 debido a las diferentes dictaduras le dieron cabildo
abierto a Gómez Bolaños de robarse los temas y los estilos visuales de otros
músicos y comediantes.
Me pongo a pensar en cómo el programa fue lo
que fue no por Roberto Gómez Bolaños en sí, pero debido al elenco que Gómez
Bolaños tenía a su disposición como por ejemplo el difunto Ramon Valdez, Carlos
Villagrán y María Antonieta de las Nieves para mencionar unos pocos de los
tantos talentosos artistas que pasaron por su dirección.
Ramon Valdez fue sin duda el alma del programa,
y después le seguía Carlos Villagrán. El Chavo como programa no se hubiera
posicionado sin Don Ramon, ya que la genialidad de Don Ramon era única y
resaltaba en la escena sea con el personaje que estuviera acompañado, y con su
eventual retiro del programa ahí se fue la parte encantadora de lo que era el
Chavo y no importa con que personajes lo trataron de reemplazar ya que ninguno
le llego a los talones a Ramon Valdez.
Lo que fue Chespirito y la Mesa Cuadrada en si fue ese programa de
variedades similar a Saturday Night Live, una respuesta a los programas de
sketches de comedia en Latino América, y viendo retransmisiones y videos en
Youtube, Chespirito es el resalta menos entre todos los del elenco hasta el
punto que es opacado por Carlos Villagrán y Rubén Aguirre, cito un ejemplo la canción de la petaca en donde el protagonismo lo tienen
los otros dos comediantes pero en general la genialidad de Chespirito radico en
su capacidad de mercader y relacionista publico para posicionarse como una
marca.
Es fácil ponerse a ver que la trayectoria de
Chespirito con sus películas la mayoría ha quedado en el olvido, fueron
productos de su época y en eso se quedaron, honestamente no tenía que
Chespirito había aparecido en más películas aparte del Chanfle y su secuela en la que su esposa Florinda Meza participo
como su esposa en la pantalla, leyendo sobre las películas y la trama ahora me
parecen deprimentes debido a que Florinda quería tener hijos pero Chespirito al
final no quiso revertir su vasectomía.
Viendo los diferentes episodios de las otras
series a lo largo de las décadas, la idea del autoplagio es extremadamente
notoria, es fácil buscar una de las wiki
(no Wikipedia, sino paginas al estilo wiki que contienen datos sobre las series
y son especializadas en un solo programa) para darse cuenta de lo mucho que
reciclo material y como todos los episodios de las diferentes temporadas cito
al Chavo como mejor ejemplo son similares entre si, y que varios episodios se regrabaron
entre tres y cinco veces, uno de los tantos ejemplos es el episodio El
Callo del Señor Barriga que tuvo cuatro episodios, dos en que se regrabo la
misma premisa y otros dos que la premisa se mantuvo casi intacta pero con
algunas modificaciones, en las cuales siempre el Chavo sostenía una caja de
botellas vacías.
Honestamente los diferentes programas juegan
con la nostalgia de los que crecieron en las décadas de los 70, 80 y 90’s y mas
ahora que casi 30 años después de la última transmisión de Chespirito como
programa de variedades quedan diferentes generaciones que tienen el chance
revivir momentos de su juventud con servicios de transmisión como Netflix y YouTube,
el dilema ¿va con que criterio La Generación Z vera los productos de Chespirito?
Y lo mismo va con personas de diferentes generaciones que han cambiado su
actitud a lo largo de los años Ya que es un producto de otros tiempos.